Hola,

Formo parte de un numeroso grupo de personas que perciben el bilingüismo en términos de ganancia y que aprovechan su lengua de origen para incrementar su patrimonio cultural. Para los inmigrantes hispanoamericanos en USA u otros países anglosajones el matrimonio inglés-español está fuera de toda discusión. Por conveniencia o por amor, esta unión nos habla de riqueza en el más amplio sentido de la palabra. Y para que esta unión prospere es vital entender que, como especie, ha sido el intercambio lo que nos ha permitido progresar.

Con estos boletines esperamos hacerles llegar información sobre todo lo que atañe al idioma español.

¿Por qué? Porque es el corazón de nuestra cultura originaria. Y porque cada día más y más personas a nivel global optan por aprenderlo, lo cual lo convierte en una divisa muy valiosa. Y además porque si hablamos español estamos acompañados por 600 millones de personas que también lo hablan en todo el mundo, según datos del Instituto Cervantes.

El curioso origen de la letra Ñ

Durante la Edad Media, los copistas monásticos preservaban textos antiguos transcribiéndolos manualmente en verdaderos maratones de tinta y pergamino. Para ganar tiempo y espacio empezaron a usar abreviaturas: la doble “N” se transformó en una sola, coronada por una virgulilla danzante. Así nació la Ñ, un giro gráfico que convirtió la necesidad en arte.

Aunque originaria del español, la letra Ñ ha sido adoptada por lenguas indígenas americanas como el quechua, el guaraní y el mapuche. Su influencia también se extiende al idioma oficial de Filipinas que se basa en el tagalo y a lenguas como el tártaro de Crimea, y el wólof, que se habla en Senegal, Mauritania y Gambia.

Esta letra representa mucho más que un fonema: es un puente lingüístico entre culturas, un testimonio del intercambio histórico y una muestra del legado global del idioma español.

Una zambullida vía zoom

Y…tuvimos nuestra primera sesión en línea para zambullirnos en el tema de la escritura. Y ¿saben qué? Pues estamos muy satisfechos y agradecidos porque la respuesta a esta invitación superó todas nuestras expectativas. En esta oportunidad nos centramos en la escritura y la creatividad, con la participación de dos invitados especiales que compartieron sendos textos: Natalia Onetti, el minirelato “Los besos” de Juan Carlos Onetti, y Alejandro Szilágyi, un extracto de su libro “Vademécum Directivo Szilágyi”.

Abordamos también el tema de la lectura como gran aliada del escritor y la importancia de desarrollar el hábito de escribir y de observar, entre otros tópicos. “La niña que hablaba con las manos”, un libro infantil escrito e ilustrado por Ronny Garcés, sirvió de ejemplo para reiterar la necesidad de generar literatura con mensajes positivos para los más pequeños.

Pistas para comenzar a escribir

Edith Monge Silva

¡Hola!

¿Has observado a un niño cuando juega? Lo hace con una entrega total. El niño se sumerge completamente en lo que su mundo imaginario va creando. Los personajes heroicos y las historias que inventa son fabulosas porque las siente reales y porque la censura no entra en sus juegos. El niño sueña, crea y disfruta.

De eso se trata la escritura.  De imaginar y darle vida a lo fantástico a través de las palabras. El lenguaje es el medio que el escritor utiliza para jugar sobre la página en blanco. Por eso escribe, borra, tacha y cambia frases de aquí para allá. Y se divierte, aunque algunos hablen de “sufrimiento”.

Claro que no vamos a banalizar la escritura que como oficio requiere disciplina, conocimiento, investigación y muchas horas de trabajo. Pero este News Letter en particular, trata sobre la forma de iniciar una relación con la hoja y la palabra. Estamos en el comienzo y por ahora eso es lo que importa.

De modo que si quieres ponerte en plan de escritor(a), te comparto estos principios generales que seguramente te ayudarán a quitarle solemnidad al oficio.  

Intentarlo es lo primero. Asume tu rol con seguridad y deja el miedo -que solo es una palabra de cinco letras- la duda o la vergüenza. A escribir se aprende escribiendo.

Alíate con tu reloj. A menos que tengas un contrato firmado con una editorial y plazos de entrega precisos -en cuyo caso este artículo no es para ti-, fija una hora para escribir y avanza a tu ritmo.

Empieza por lo que conoces. Es más fácil escribir sobre tu ciudad, un amigo, algo que te pasó o te contaron, que “sacar una historia de la nada”.  

La lectura es la gran amiga del escritor. Un buen texto inspira y enseña. Fíjate en cuáles son tus temas preferidos pues es un buen punto de partida.  

No te conviertas en tu juez particular. Trata de recordar que tu área de escritura no es un juzgado sino un lugar para hacer magia, crear personajes, dar vida.

Finalmente, ponle humor a este proceso que tiene grandes beneficios, entre otros este que mencionaba Jules Renard: “Escribir es la única manera de hablar sin ser interrumpido”.

¡Feliz semana!